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¿Por qué Jesús es Sumo y Eterno Sacerdote?

  • Foto del escritor: Católicos en Oración
    Católicos en Oración
  • 9 jun 2022
  • 2 Min. de lectura

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El Antiguo Testamento ya nos dice que el Mesías tendrá un sacerdocio especial:

  • Según el rito de Melquisedec: quien supera la mediación de los profetas, reyes, sacerdotes judíos y levitas (Sal 100: 1.4).

  • Será el “siervo de Yahvé” quien salvará al pueblo mediante su sacrificio (Is 42: 1-7).

  • Quien hará una alianza nueva en su sangre.

El sacerdocio de Cristo (y de sus sacerdotes) tiene los siguientes rasgos esenciales:

  • Ha de ser un hombre, especialmente constituido por Dios para ofrecer dones y sacrificios: “Porque todo sumo sacerdote, escogido entre los hombres, está constituido en favor de los hombres en lo que se refiere a Dios, para ofrecer dones y sacrificios por los pecados (Heb 5:1).

  • Ha de recibir una vocación divina para cumplir esa misión: “Y nadie se atribuye este honor, sino el que es llamado por Dios. De igual modo, Cristo no se apropió la gloria de ser Sumo Sacerdote, sino que se la otorgó el que le dijo: Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy” (Heb 5: 4-5).

La función mediadora de Cristo sacerdote es superior a todas las mediaciones del Antiguo Testamento (Heb 8:6). La realiza de modo especial a través de su muerte redentora (Heb 9:15).

Cuando el Nuevo Testamento habla del sacerdocio de Cristo no lo compara al sacerdocio levítico sino al de Melquisedec, pues éste establecerá un reino de Paz y Justicia (Heb 7: 1-2); será eterno (Heb 7:3); superior al del Antiguo Testamento (Heb 7: 11-19); perfecto y único (Heb 9: 11-14; 26-28). Y a través de su sacrificio sellará una Nueva Alianza (Heb 9:15).

El Nuevo Testamento dará cumplimiento y plenitud a las profecías anunciadas en el Antiguo Testamento. En la Carta a los Hebreos se ve claramente la realidad de Cristo como Sumo Sacerdote de la Nueva Alianza. Jesús es el Pontífice que está sentado a la diestra del trono de la Majestad de los cielos (Heb 8:1).


La Carta de san Pablo a los hebreos es la que ofrece esta visión de Cristo como sacerdote, el pueblo hebreo tenía sacerdotes para ofrecer sacrificios a Dios por los pecados de los hombres, estos sacerdotes, incluso, ofrecían sacrificios por los pecados que ellos mismos cometían, Jesús fue elegido por Dios para ser el único y sumo sacerdote, que no ofrece el sacrificio por sí mismo, pues no tiene pecados, el sacrificio de Jesús es eficaz, puro y santo, y lo ofreció una sola vez por todos los hombres de todos los tiempos, por el Bautismo todos somos incorporados al Cuerpo de Cristo. y con El constituimos un pueblo sacerdotal, profético y real.

 
 
 

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